viernes, 29 de marzo de 2013

Quiero que me llames.

Llámame cuando te sientas solo. Cuando necesites oír un te quiero. Cuando necesites un abrazo, o unos labios a los que besar. Llámame cuando eches de menos las tardes frías por las calles y unas manos frías en tu mejilla. Cuando eches de menos mis mensajes en tu móvil Llámame cuando necesites descargar tu ira con alguien. Llámame cuando necesites contarle a alguien tus calentamientos de cabeza, o cuando necesites oír 'no te calientes la cabeza por ellos, tú vales mucho más de lo que dice la gente'. Llámame cuando me eches de menos a mi,Llámame cuando quieras que alguien te despierte los sábados por la mañana porque necesita hablar contigo. Cuando no tengas en quien pensar cuando te acuestes, o cuando no tengas con quien acostarte. Llámame cuando necesites despreocupar a tu gran ego. Cuando necesiten que te digan lo guapo que vas, y lo precioso que eres. Llámame cuando necesites oír que eres lo mejor que pasó en mi vida y cuando eches de menos que te echen de menos. Llámame cuando quieras recordar viejos tiempos y llorar de felicidad. 



-.Pero sobretodo, llámame sin elle.-

miércoles, 27 de marzo de 2013

Ventana al pesimismo

Estoy harta de este mundo capitalista que hemos creado. En estos tiempos de incertidumbre en los que vivimos, la marca ha ocupado un lugar demasiado importante, el dinero es un condicionante que certifica si eres alguien o un paria cualquiera que se gana la vida fregando suelos; Pero, ¿sabéis lo que os digo? Prefiero vivir del aire antes que hacerme una de ellos. Muchos no me tomaréis en serio, y mismamente yo lo dudo, pues me he acostumbrado a vivir con la comodidad cómo bandera, pero si de ese modo consiguiese hacer que la gente se parase a pensar lo haría sin dudar. Hemos olvidado cómo vivíamos hace tiempo, era una vida sencilla, vivías del fruto de tu esfuerzo. Ahora estamos condenados a estar atados a una silla delante de una pantalla, dándole importancia a las cosas que un cualquiera nos diga, pues hemos puesto por delante de cualquier cosa el aspecto físico, y no nos juntamos con nadie que no vista de Hollister, por ejemplo. Con esta mentalidad vamos camino de ninguna parte, pero no nos importa, intentamos obviarlo, "total, ya se arreglará solo...". Y así se pasa la vida, y en tus pensamientos de octogenario senil te preguntas, "¿Qué he hecho con mi vida?", y no quiero que eso me pase a mí. Pensad lo que queráis pues sois dueños de vosotros mismos (o eso os pensáis), yo simplemente soy una más perdido en esta "putrefacta" sociedad.

De alguien que quiere cambiar el mundo.