Las manzanas imposibles llevan existiendo desde que la Tierra es Tierra. Se quedan en las cocinas, cayadas, esperando a que alguien las recoja... que alguien las recoja y decida hacer de ellas lo imposible. Porque cuando eso ocurre, cuando una manzana se comparte, es cuando sucede el milagro, la manzana dará buena suerte a aquel que la reciba.
En los tiempos que corren, nadie regala manzanas...deberíamos regalarlas más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario