Diferencias...
Empezamos a ser cómplices de algo que ni si quiera habíamos hablado. Él me guiñaba un ojo al verme por los pasillos y yo le sonreía de vuelta. Siempre quedábamos, sin cita previa, a las cinco en su despacho para hablar de nadas que se convirtieron en todo. ¡¡Que locura ehh muchacho!!Dicen que las cosas pasan porque tienen que pasar, recuérdame en que momento decidimos pasar toda una hora juntos... yo, intentando impresionarte y tú... tú enseñándome tu maravillosa forma de ver la vida. Recuérdame, también, por qué lo nuestro es algo imposible... que le den a las diferencias... el mundo no se acaba hoy, pero quizá mañana sí.
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